Fin de semana en Madrid - Viajes

Este fin de semana he estado en Madrid. Salimos el viernes por la mañana desde Logroño con mucho frío y nieve. En cuanto cogimos la carretera nacional 111, todo estaba nevado, pero las quitanieves ya habían pasado y aunque hacía mucho frío, el sol nos acompañaba. Tuvimos nieve hasta bien pasado Soria capital, pero todo fue sin problemas.

Fuimos a Madrid para recoger a un amigo en el aeropuerto. El avión llegaba a las 14h así que salimos de Logroño para llegar justos al aeropuerto y no tener que pagar mucho por el aparcamiento. ¡¡Al final estuvimos allí una hora y cuarto nos cobraron casi seis euros!!

Una vez salimos del aeropuerto nos fuimos al hotel que habíamos cogido en Barajas, aparcamos el coche, comimos por la zona y nos fuimos al metro para llegar al centro de la ciudad. Hicimos lo típico de turistas: recorrimos Gran Vía, Plaza España y, para acabar bien el día, fuimos al templo de Debod para ver el atardecer desde el parque de la montaña.
Atardecer desde el parque de la montaña.

Al día siguiente después de desayunar fuimos a pasear por el parque de El Capricho, un parque construido por el duque de Osuna en el siglo XVIII.  Ahora mismo no es la mejor época para visitarlo ya que cuenta con muchas plantas y árboles pero que todavía no han florecido, además hay un par de edificios en restauración.  A pesar de esto es un jardín maravilloso con varios estanques y caminos donde pasear.  
Templo de Baco en El Capricho

Al salir cogimos el metro para ir al centro, paseamos y entramos a varias tiendas antes de comer.  Fuimos al restaurante Los Espetinhos para probar menú Rodizio que consiste en un montón de carnes hechas a la brasa con una guarnición típica brasileña.  Sin duda una delicia y una experiencia diferente ya que te sacan la carne clavada en el palo donde la cocinan a la brasa y la cortan directamente para servirte.

Por la tarde paseamos y seguimos entrando a algunas tiendas y nos fuimos a cenar cerca del hotel.

El domingo por la mañana nos levantamos más relajados, dejamos el hotel, guardamos las maletas en el coche y nos dirigimos al metro dirección La Latina para ir a El Rastro.  El metro estaba lleno desde el principio y por la calle había muchísima gente, cada vez que voy a Madrid tengo la sensación de que está más saturado, después de estar paseando comimos en el primer lugar en el que vimos sitio y volvimos a Barajas a por el coche para regresar a Logroño.


Algunas fotos del viaje las podéis ver en la semana 8 del proyecto 52.

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