Ya ha llegado septiembre, a nadie nos gusta, pero ya está aquí. Ayer día uno para intentar huir nos montamos en la moto por la mañana sin ruta fija, salimos desde Logroño dirección Burgos buscando fardos de paja redondos, ahora que ya han cosechado y están empezando a recogerlos, pero no encontramos ninguno, solamente los rectangulares. Una pena. Seguimos la carretera y cerca de Santo Domingo nos encontramos un campo de girasoles, pero estaba feo, ya se están estropeando, así que decidimos continuar ya que en Burgos se encuentran más que aquí. El cartel de entrada en Castilla y León esta rodeado de girasoles, pero no pudimos parar a tomar una foto. Al llegar a Belorado nos paramos y nos metimos entre los girasoles y las abejas, salimos a salvo.
Cuándo estábamos haciendo fotos, con todo el jaleo de la réflex digital, la telemétrica y la TLR, me acordé que en Tosantos hay una ermita construida dentro de una montaña, así que busqué en Google Maps y resultó estar a 4 kilómetros.
Nos pusimos en camino y en 5 minutos llegamos y vimos desde la carretera la ermita. Al meternos por una carretera, bueno camino mal asfaltado, nos equivocamos pero entramos en un mar de girasoles al que no se le veía el final.
Hicimos más fotos y volvimos en busca de la ermita, en realidad no tiene perdida se ve perfectamente el camino. No se puede subir con vehículos pero son un par de minutos andando por un camino con una pequeña pendiente, no hay excusa para no subir.
No hay mucha información de el por qué de su construcción pero se sabe que data del siglo XVI, está excavada en el interior de la montaña y en el exterior solo tiene la fachada con el campanario. No pudimos entrar pero en la web del Ayuntamiento de Tosantos dicen que tienen una longitud de 16 metros por 7 de ancho y hasta 6 metros de altura.
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