La nueva joya de Canon lo tiene todo para tentarte, más estabilización, más precisión en el enfoque y un peso menor.
Este es el merecido relevo del Canon 400mm f/2.8 IS L que tiene ya más de 10 años y no estaba optimizado para cámaras digitales. Este nuevo objetivo es el orgullo comprensible de la marca nipona y el sueño de millones de fotógrafos.
Se trata de un tele fijo formado por 16 elementos en 12 grupos, dotado de un estabilizador de imagen de cuatro pasos específicos para este objetivo y tres modos de IS que permiten obtener fotografías nítidas en barrido a baja velocidad de obturación.
En lo que se refiere a la calidad de las imágenes hay que decir que es sobresaliente y a la altura de las exigencias profesionales más elevadas. Imágenes nítidas y de enfoque perfecto, sin viñeteo ni aberraciones y capaz de proporcionarnos unas fotos con bokeh delicioso. Obtiene colores muy precisos y es capaz captar sorprendentemente la amplia gama de tonos de cualquier escena.
El mayor pero de esta maravilla es su precio, más de 11.000 € que lo retira de la mano de muchos profesionales y todo (supongo que alguno puede haber) aficionado.
Sus mayores rivales son el modelo anterior, el 400 mm f/2.8 L IS USM y el 300 mm f/2.8 L IS II USM que ambos rondan los 7.500 €.
Fuente: Digital Camera
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